sábado, 23 de febrero de 2008

Dia 65

La semana pasada se nos llenó el ala de pediatría del hospital, últimamente
ha habido muchos casos de tuberculosis en niños, así que esta semana tuve
que improvisar un área de aislamiento con un pequeño hospital de campaña, el
problema es que estas tiendas no vienen con suelo y mis opciones no son
muchas... así que fabricamos un suelo con la lona plástica que empleamos
para hacer los techos de los centros de nutrición, incluso subimos arena del
río (aunque le llame río solo lleva agua unos pocos días al año en la época
de las lluvias) para poner debajo de la lona, al poner la lona, vi unos
montículos que parecían unos pequeños volcanes, todos creímos que eran nidos
de termitas abandonados... pues no, no estaban abandonados, a los dos días
había una invasión de termitas en toda regla, cual ejercito aliado en el día
"D" a la hora "H" realizaron simultáneamente varios agujeros en la lona del
suelo y penetraron tras las líneas enemigas. El domingo me había llamado
Jacob (el misionero Baptista) para comentarme que tenia un problema con las
placas solares, el es ingeniero agrónomo e imaginé que me podría ayudar a
contener la invasión, así que a cambio de repararle el controlador del
sistema solar me regaló un potente insecticida con el que me apresuré a
rociar a las voraces termitas... se que la guerra química esta prohibida por
el convenio de Ginebra, pero me superaban en numero!!

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