lunes, 21 de abril de 2008

Dia 126

Cuando nos disponíamos a abandonar la misión, el domingo por la mañana, la
enfermera del pueblo vino a contarnos que la noche anterior los guerreros
Yie atacaron un grupo de maniatas de Loyoro robándoles la comida que les
habíamos dado a los niños el día anterior...

Dia 125.3

Esta foto es un homenaje a los niños de Loyoro por su cariño, sus sonrisas y
su ilusión.

Dia 125.2

Hace 20 años, Loyoro era una zona prospera y relativamente rica, pero en
1987, los Turkanas protagonizaron allí uno de los episodios mas tristes del
conflicto armado en Karamoja, arrasaron (literalmente) con el pueblo
masacrando a mas de la mitad de la población y de la mitad que sobrevivió
los que pudieron emigraron... así que solo quedaron los mas pobres y los más
débiles.

Y con todas las calamidades que ha vivido este pueblo, los niños conservan
esa sonrisa que hace que mi cámara dispare compulsivamente como si en vez de
una imagen fuera su optimismo lo que se pudiera capturar...

Dia 125.1

Los del ministerio de sanidad me pidieron que hiciera unas fotos del
programa, lo que no se imaginaban era el impacto que podía tener un blanco
con una cámara de fotos paseándose por el colegio en horas de clase...

Dia 125

El centro de nutrición lo improvisé en la escuela de primaria del pueblo,
creo que en la foto se podrá apreciar la calidad de la escuela en cuestión,
el edificio del fondo son las aulas de los adultos, por dentro no son muy
diferentes a la de la foto...

Dia 124

El viernes me fui a pasar dos días a un pueblo que se llama Loyoro, esta a
unos 30 Km al sur pero la carretera es tan mala que tardamos 90 minutos...
el motivo del viaje era empezar un proyecto de nutrición y entrenar a la
enfermera local para que lo mantenga ella de manera que solo vayamos una vez
al mes, es una zona muy peligrosa ya que por ahí pasan a menudo los Turkanas
y los Yie de camino a Kaabong para robar vacas... y ya que pasan por el
pueblo, roban y matan a su antojo.

En Loyoro no hay tiendas y por supuesto no hay hoteles (Son 7 o 8 maniatas
repartidas entre 3 montañas) así que tuvimos que pasar la noche en una
misión abandonada que bien podría haber servido para rodar una película de
terror sin tener que añadir decoración alguna.

Al final lo pasamos muy bien, fue como una acampada, cocinando con el
hornillo de parafina, durmiendo en sacos de dormir, bombeando agua para
poder cepillarte los dientes y como no... matando bichos gigantes para
hacernos un sitio para dormir.

Dia 117

El domingo pasado salimos de excursión con los de Medair y los misioneros,
subimos una montaña que se llama Kakamar (El nombre da mucho juego en
Castellano...), a todos nos fue muy bien salir a respirar un poco de aire
fresco, últimamente tenemos mucho trabajo y son pocos los domingos que
podemos disfrutar de este paisaje tan especial.

Desde arriba de Kakamar hay unas vistas impresionantes, a mi personalmente
me gustó la de la foto, es una Maniata (son la versión Africana de los
barrios) en la que se pueden distinguir muy bien las diferencias entre
familias y la zona comunitaria, el cercado es de una planta espinosa y sirve
para evitar ataques y robos.

miércoles, 9 de abril de 2008

Dia 110

La semana pasada tuve que ir a Gulu a ver una zona de gestión de residuos
médicos, la semana que viene tengo que construir una en el hospital de
Kaabong, básicamente consiste en una incineradora y varios fosos sellados en
los que tirar residuos tóxicos...

Gulu es el distrito en el que se concentran la mayoría de campos de
desplazados y refugiados afectados por los 20 años de conflicto con el LRA y
aunque parece que llega el final de la guerra, la gente aun tiene miedo de
volver a sus casas. El viaje lo hice en coche, 7 horas de polvo y baches en
las que tuve el privilegio de encontrarme con gacelas, águilas, pájaros
secretario, alguna cebra y par de enormes excrementos de elefante... a
juzgar por el tamaño del zurullo en cuestión, di gracias por no toparme con
el elefante ya que debía doblar el tamaño del coche... por lo menos!

Para llegar a Gulu crucé Uganda de Este a Oeste, el paisaje es increíble, va
de savanah a jungla pasando por desierto y montañas rocosas...

A la vuelta, tuve que ir a Kampala porque hace meses se me rompió un empaste
y llevaba ya un tiempo quejándome de dolor de muelas, así que el coordinador
medico me envió al dentista y ahora parece que todo esta correcto y en su
sitio.

El día que volví, Kaabong me dio la bienvenida con su más característico
sonido, disparos de AK47 :)